Las diferencias de género en la homeostasis metabólica, la diabetes y la obesidad

En el año 1993 permiten la inclusión de las mujeres en los ensayos clínicos. Hasta hace poco la investigación se ha llevado a cabo bajo el supuesto de que el género masculino puede cumplir la función de representante de la especie humana, sin tener en cuenta como consecuencia la generación de datos relevantes sólo para la mitad de la población.

Existen aspectos fundamentales sobre el control de la homeostasis metabólica que son regulados de forma diferencial según el género. Esta asimetría sexual representa un paradigma evolutivo para las mujeres, ya que sus cuerpos se resisten a la pérdida de las reservas de energía. Las mujeres han desarrollado formas específicas para favorecer el almacenamiento de tejido adiposo en las zonas subcutáneas en comparación con la deposición de grasa visceral preferencial en los hombres. Los adipocitos subcutáneos están más adaptados para el almacenamiento a largo plazo, mientras que los adipocitos viscerales tienen mayor activación y sensibilidad a la lipólisis. Hoy en día, la prevalencia de la obesidad visceral asociado con el síndrome metabólico es de dos a diez veces mayor en las mujeres en muchos países de todo el mundo.

Como en esta perspectiva se analizan en el link adjunto las diferencias más fundamentales en el metabolismo, la diabetes y la obesidad.

En conjunto, el papel del sexo genético, el rol de la organización de la testosterona en el período prenatal y la activación de las hormonas sexuales en la pubertad definen dos sistemas genéticos y biológicos diferentes de acuerdo al género. Este "sexome", concepto definido como la suma de todas las influencias en las redes de genes y sistemas celulares, produce diferencias fenotípicas en la composición corporal y en los mecanismos de regulación.

No es sorprendente que la respuesta a los fármacos también varíe según el género. En el seguimiento de pacientes con diabetes tipo 2, se observó que los hombres respondieron mejor al tratamiento con Sulfonilureas en comparación con las mujeres que respondieron mayormente a la Rosiglitazona.

Identificar las diferencias género específicas proporcionaría una fuente sin explotar de los factores que deben ser estudiados para prevenir la disfunción metabólica. Este es un paso inevitable y necesario para continuar profundizando los conocimientos sobre el cuerpo humano.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4559072/